13 motivos (si 13) para emprender e innovar

imagen_13 motivosEn nuestro entorno se han producido (y siguen produciendo) cambios de tal magnitud que no podemos seguir haciendo las cosas del modo en que veníamos haciéndolo. Ni podemos pelearnos con la realidad, ni podemos ignorarla. Es necesario hacerlo distinto y mejor, innovar y hacer cosas extraordinarias.
1)    Porque buena parte de los fundamentos y modelo económico de los países desarrollados se han mostrado agotados o ineficaces.
2)    Porque los cambios normativos, reformas estructurales y nuevas exigencias de los mercados no son compatibles con actitudes acomodadas.
3)    Porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades reales, anestesiados, cómodos. La situación no permite que nos comportemos como burgueses adocenados.
4)    Porque el tránsito de un modelo económico productivo a la Economía del Conocimiento sigue exigiendo importantes cambios y reformas.
5)    Porque las Nuevas Tecnologías e Internet han revolucionado por completo las formas de comunicarnos y relacionarnos.
6)    Porque el rol del consumidor se ha transformado y su capacidad de decisión, de relación, su poder e influencia se han incrementado.
7)    Porque cada vez resulta más difícil encontrar problemas que resolver o demandas que satisfacer y no podemos ofrecer soluciones estandarizadas.
8)    Porque cada vez es más ardua la tarea de distinguirse de la competencia y posicionarse en la mente del consumidor y cliente.
9)    Porque ya no basta con ser bueno, con hacer las cosas bien, para que hablen de nosotros, de nuestros productos y nuestras marcas y nos recomienden.
10) Porque si no hacemos cosas extraordinarias, si no innovamos, si nuestro valor añadido no deja huella y no emociona, no nos quedan muchas opciones para competir con éxito.
11) Porque todo está cambiando y no podemos permitirnos hacer como si no nos enteramos. No se trata de esperar que pase la tormenta. Porque el agua nos llega más allá de los tobillos.
12) Porque todas las crisis provocan desconcierto e incertidumbre, pero no podemos responder a ello con una estúpida estupefacción permanente.
13) Porque lo que toca ahora es gestionar la crisis, el cambio necesario, tirar de nuestros recursos internos, pensar en términos de oportunidad y evitar buscar culpables.
Hace falta coraje, dejarse de respuestas tibias y actuar. Podemos resignarnos o actuar de forma decidida. Podemos seguir haciendo lo mismo o hacer las cosas de modo distinto y mejor. Nosotros elegimos. Pero no olvidemos que cuanto menos emprendedora e innovadora es una sociedad más depende de otras, y cuanto menos emprendedor es un individuo menos independiente es.

Sería de necios pretender negar que, en un futuro inmediato, todos deberemos ser, de un modo u otro, emprendedores. Ofreceremos nuestro talento y maestría en el mercado, potenciaremos nuestra marca personal y tendremos que renovar nuestro aprendizaje todos los días, convirtiendo la innovación en una costumbre. Eso es lo que toca. Ese es nuestro futuro. Seamos emprendedores e innovadores con convicción.

Innovación y marketing

Innovacion y marketing
En los mercados se aprecia una creciente dificultad por parte de las empresas para competir en precios o en calidad. La diferenciación, el posicionamiento y el diálogo con el cliente parecen definir el actual terreno de juego de la competencia. En él existen muchas posibilidades para innovar “a pequeña escala” con magníficos resultados, y el marketing es uno de los aspectos que hoy nos ofrece más oportunidades.
Hasta hace poco más de cinco años, los manuales de referencia sobre innovación ofrecían una visión reduccionista. Más allá de la investigación y el desarrollo, sólo contemplaban la innovación en productos y en procesos. El Manual de Oslo (2005) da categoría a otros dos tipos de innovación: de marketing y organizativas, que nada tienen de nuevas -ya que vienen aplicándose desde hace muchos años-, pero que son reconocidas “oficialmente” como innovación desde entonces.
Si bien es cierto que la frontera entre los distintos tipos de innovación es tenue, no debemos confundir las innovaciones en marketing con las innovaciones de producto, de proceso o innovaciones organizativas. Cuando hablamos de innovación en marketing, hablamos de innovaciones que suponen la implementación o la mejora sustancial de nuevos métodos o prácticas de marketing que incluyan cambios significativos en el diseño del producto, su “packaging”, el posicionamiento, la promoción o la política de precios, con el objetivo principal de lograr un aumento en las ventas.
Por cambios significativos en el diseño o en el “packaging” del producto, entendemos cambios en la forma o apariencia del producto o sus envases, en ningún caso cambios en sus funcionalidades o características, en las especificaciones técnicas, los componentes o materiales, el software o la ergonomía. Eso no sería innovación de marketing. Al hablar de innovaciones en el posicionamiento del producto, nos referimos al desarrollo de nuevos canales de ventas, a la introducción de un nuevo método para la venta. No hablamos de innovaciones en el transporte, el almacenaje o el manejo del producto. Cuando nos referimos a innovaciones en la promoción del producto estamos hablando del uso de una nueva técnica o medio de promoción, como es el caso del desarrollo de nuevas marcas o el uso de sistemas de información aplicados a la promoción del producto. Las innovaciones en la política de precios vienen de la mano del uso de nuevas estrategias de precio o tarificación para un producto, que antes no eran aplicadas por la empresa.
A veces es difícil trazar la frontera entre lo que es innovación en marketing y lo que no lo es. Cuando el cambio en el diseño de un producto afecta a su ergonomía u otras características funcionales, entramos en el terreno de las innovaciones de producto. Cuando, en lugar de productos, hablamos de servicios, la frontera es más tenue, dado que es habitual la introducción de nuevas actividades que tengan la doble consideración de innovación en servicio y de marketing. También es difícil deslindar la innovación de marketing de la innovación de procesos, porque si introducimos un nuevo canal de venta (como puede ser Internet) es probable que se modifiquen procesos de distribución y de logística.

Con independencia de cómo lo categoricemos, lo relevante es que existen muchas posibilidades para innovar en marketing. Innovar en el diseño, empaquetado y política de precios sigue dando mucho juego. Pero gran parte de las innovaciones que actualmente tienen lugar, se centran más en todo lo que tiene que ver con la promoción y el posicionamiento, terreno en el que las sensaciones, experiencias, el compartir y desarrollar engagement con el cliente juegan fuerte.

 

Croquetas vs. Buñuelos

Krista Walochik

Muy interesante la comparación entre croquetas y buñuelos que realizó Krista Walochick la semana pasada en el I Encuentro de Personal Branding, organizado por mascuota, con un éxito notable. «Hay personas que son como los buñuelos, perfectos por fuera, pero vacíos por dentro, mientras que otras son como las croquetas, imperfectas por fuera pero muy ricas por dentro». No está mal el símil, sobre todo si es realizado por la CEO de Norman Broadbent España, prestigiosa agencia cazatalentos. Y es que de poco vale una marca personal que no tiene contenido. Primero hay que ser consciente de que puede aportarse valor añadido y luego trabajar el posicionamiento de nuestra marca personal. Interesante reflexión.